Odontopediatría

Es la odontología dirigida especialmente a niños y adolescentes.

¿Qué es la odontopediatría?

La odontología de hoy está dirigida principalmente a la prevención de las enfermedades que afectan a los dientes y encías, de ahí la importancia de llevar a tus niños desde edades muy tempranas al dentista. En la Clínica Dental Feito Bárcena prestamos especial atención a nuestros pequeños pacientes enseñándoles una técnica adecuada de cepillado y motivándoles con pequeños premios, haciendo de cada visita una experiencia única.

 

La odontopediatría

 Según la Sociedad Española de Odontopediatría, el control odontológico de los dientes de leche, debe realizarse a partir de los 3 años de edad. De esta forma, pretendemos que el niño adquiera confianza con el profesional y el entrono de nuestra clínica consiguiendo así una colaboración y acercamiento progresivos. Nuestro odontopediatra será el responsable de detectar posibles anomalías en las piezas de leche, colocar selladores en diente delicados y curar todos aquellos dientes afectados.

Otro aspecto a tener en cuenta en la boca de nuestros pequeños, es la correcta erupción de los dientes. La Sociedad Americana de Ortodoncia (ADA) recomienda que la primera revisión debe realizarse a los 5 años, edad en la que empiezan a erupcionar los dientes definitivos. En ocasiones, pueden aparecer alteraciones esqueléticas durante el desarrollo que deben tratarse de forma precoz para evitar así la afectación de la estética facial y la función del niño. Nuestra ortodoncista, la Dra. Adela Martínez Schmickrath realizará una valoración de su niño sin ningún tipo de compromiso.

Preguntas frecuentes

A continuación tendrás una pequeña guía de las preguntas mas frecuentes realizas por nuestros pacientes.

¿Cuándo salen los primeros dientes?

Los dientes pueden variar en tamaño, forma y su localización en la mandíbula. Estas diferencias permiten que los dientes trabajen juntos para ayudar a masticar, hablar y sonreír. También ayudan a dar la forma y estructura de la cara. Al nacer, las personas típicamente tienen 20 dientes primarios (de bebé), quienes empiezan la etapa de la dentición a los seis meses de edad. Después los dientes se caen en varias ocasiones durante la infancia. Generalmente a la edad de 21 años todos los 32 de los dientes permanentes han salido.

¿Cómo se cuando están erupcionando los dientes de mis pequeños?

Los dientes de leche, que también se llaman “dientes primarios”, son tan importantes como los dientes adultos. Los dientes de leche suelen empezar a aparecer cuando el bebé tiene entre seis meses y un año. Ayudan a los niños a masticar y a hablar. También hacen sitio en las mandíbulas para los dientes permanentes que crecen bajo las encías. La ADA recomienda que un dentista examine a un niño en el plazo de seis meses desde que sale el primer diente y, a más tardar, antes del primer aniversario. Una visita al dentista a una edad temprana es una revisión normal para los dientes. Además de comprobar si presentan caries dental u otros problemas, el dentista puede enseñarle a limpiar los dientes del niño correctamente y a evaluar los hábitos nocivos, como chuparse el pulgar. 

Cuando los dientes aparecen, algunos niños pueden tener llagas o encías doloridas. Frotar con suavidad las encías del niño con un dedo limpio, una cuchara pequeña y fría o una gasa húmeda puede reconfortarle. También puede darle un mordedor para que lo muerda. La mayoría de los niños tiene el conjunto completo de los 20 dientes de leche a los tres años.

¿Cómo cuidar los dientes de nuestros pequeños?

Enseñar a los niños unos buenos hábitos de higiene bucal a una edad temprana puede traducirse en una sonrisa sana toda la vida, pero ¿sabía que el hecho de que los bebés no tengan dientes visibles no significa que no puedan tener caries? Los 20 dientes de leche de un bebé ya están presentes en las mandíbulas al nacer. Y esos dientes de leche que empiezan a salir por las encías en torno a los 6 meses ayudan a preparar el terreno para las futuras sonrisas preservando el espacio en la mandíbula para los dientes adultos.

¿Cuándo debemos empezar a cepillar los dientes de nuestros niños?

Los dientes del bebé corren el riesgo de tener caries desde el momento en que aparecen, que normalmente es en torno a los seis meses de edad. La caries dental en los bebés y niños pequeños suele denominarse “caries del biberón”. Suele ocurrir con más frecuencia en los dientes superiores delanteros, pero otros dientes podrían verse afectados también. En algunos casos, los bebés y los niños pequeños presentan una caries tan grave que no es posible reparar los dientes y hay que extraerlos. La mayoría de los niños tiene el conjunto completo de los 20 dientes de leche a los tres años. A medida que el niño crece, sus mandíbulas también lo hacen, y dejan espacio para los dientes permanentes.

¿Cómo se tratan las caries en los niños?

Inicialmente, habrá de distinguirse si se trata de dentición primaria o permanente ya que, en función de la patología que presente el diente, el tratamiento podrá ser diferente dependiendo de la dentición de que se trate.

Si la lesión llega al nervio y estamos ante dientes temporales se realiza una pulpotomía o tratamiento del nervio que nada tiene que ver con las endodoncias realizadas en dientes definitivos. Si la caries no afecta al tejido nervioso del diente, se obtura mediante una pasta (el empaste). Cuando la caries ha provocado un agujero grande en el diente se aplican unas coronitas metálicas, poco estéticas pero muy prácticas. Su finalidad es actuar como mantenedor de espacio a la vez que facilita que el niño pueda masticar bien. Ante esto, poco nos tendría que importar que sea un tratamiento poco estético ya que es muy eficaz y no supone que el diente permanente que erupcionará más tarde salga con problemas. La mayoría de los tratamientos de ortodoncia que se realizan en la actualidad son generados por perdidas de espacio en dentición temporal. Sólo se extrae el diente cuando no hay más remedio; es decir, cuando la infección obliga a su extracción porque se han destruido las raíces del diente y éste es inviable. En estos casos, siempre hay que instalar un mantenedor de espacio para evitar que se pierda el espacio necesario para la correcta ubicación del diente permanente.

¿Puede afectar al diente definitivo?

Cualquier infección en el diente temporal que progrese por la raíz creará una bolsa de pus que afectará al diente permanente. A veces los dientes definitivos salen con malformaciones, manchas o lesiones secundarias a la infección que tuvo el diente de leche en su día y no se trató de forma adecuada. Por ello, es un gran error pensar que, puesto que algún día se le caerán los dientes de leche, no hay que preocuparse demasiado por su cuidado. Hay que llevar a los niños al especialista en odontopediatría cada 6 meses para que les revisen los dientes y poder prevenir las posibles enfermedades que pudieran tener en sus bocas.

El chupete y la succión del pulgar

Chuparse el pulgar es un reflejo natural en los niños. Los bebés pueden sentirse seguros y contentos cuando se chupan el pulgar, los dedos, un chupete u otro objeto, que pueden ayudarles a conocer su mundo. Los niños pequeños también pueden chuparse para calmarse y ayudarles a dormir. Sin embargo, cuando aparecen los dientes permanentes, la costumbre de chuparse el pulgar puede causar problemas con el buen desarrollo de la boca y la adaptación de los dientes. También puede causar cambios en el paladar. Los chupetes pueden ejercer esencialmente el mismo efecto en los dientes que chuparse los dedos y el pulgar, pero suele ser un hábito más fácil de romper.

La intensidad de la costumbre es un factor que determina si existen problemas dentales o no como resultado. Si los niños se meten el pulgar en la boca pasivamente, tienen menos probabilidades de tener dificultades que los que succionan el pulgar enérgicamente. Los que son demasiado agresivos, pueden causar problemas con los dientes de leche. Por regla general, los niños de edades comprendidas entre los dos y cuatro años de edad dejan de succionar los dedos, o en el momento en que los dientes frontales permanentes están listos para salir. Si observa cambios en los dientes de leche del niño, o le preocupa su costumbre de chuparse el pulgar, consulte con el dentista.

Qué debemos saber acerca de los chupetes

Los bebés y los niños pequeños pueden chupar el pulgar, los dedos o los chupetes. Los chupetes untados en azúcar o miel pueden provocar caries dental. Esta también puede comenzar en el momento en que las bacterias que causan caries pasan de la saliva de la boca de la madre al niño. Cuando la madre o los cuidadores se llevan la cuchara del bebé a la boca, o limpian un chupete con la boca, las bacterias pueden pasar al bebé.

Dra. Carmen Feito Bárcena

Dra. Carmen Feito Bárcena

Odontóloga

Dra. Carmen Feito Bárcena

Odontóloga.

Máster en Cirugía e Implantes

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